sábado, 8 de diciembre de 2012

El color pesa

El color pesa. No sé si 21 gramos, pero pesa. Lo he notado al mirar tu cara marchita. Unos minutos antes, todavía eras tú. Después, tan solo una imagen en blanco y negro de quién un día fuiste. Y esa era la única diferencia. El color. Y he pensado: Quizá en el color resida el alma. O quizá sea que el alma es de colores y por eso nos tiñe con su fosforescencia.